¿Puede influir el sexo y la edad de los profesionales médicos a la hora de tratar a pacientes que sufren dolor crónico? ¿Podemos hablar de diferencias destacables entre hombres y mujeres en este campo tan específico? Para bien o para mal, la respuesta a ambas preguntas es sí. Así queda evidenciado en el último estudio realizado por el Observatorio del Dolor de la Cátedra Externa del Dolor Fundación Grünenthal-Universidad de Cádiz.
En este trabajo de campo diseñado por nuestro equipo con miras a conocer la percepción y la actitud de los profesionales médicos implicados en la atención y tratamiento hacia el paciente con dolor crónico (DC), se observó que los profesionales médicos de mayor edad exploran aspectos relacionados con el estado de ánimo, la ansiedad, la cantidad y calidad del sueño en los pacientes con dolor con más frecuencia que los médicos jóvenes.
Y si bien se confirma que los médicos de sexo masculino derivan más pacientes a otros especialistas que las mujeres; lo cierto es que los hombres informan a los pacientes con más frecuencia sobre el origen del dolor que las mujeres, algo que comparten con los profesionales de más edad. Éstos, además, informan mejor a los pacientes sobre los efectos secundarios del tratamiento del dolor que los médicos jóvenes.
Eso sí, nada que apuntar en lo que a formación y conocimientos sobre el dolor por sexo y por edad se refiere.
Con estos resultados sobre la mesa se concluye que hay una necesidad de promover una valoración multifocal en los pacientes con DC entre los médicos más jóvenes. Del mismo modo, desde el Observatorio del Dolor detectamos la necesidad de proporcionar información detallada al paciente sobre el origen de su proceso y sobre todos los aspectos relevantes relacionados con los tratamientos y con sus consecuencias. Una idea que proponemos con miras a mejorar la adherencia al tratamiento y disminuir la ansiedad en los enfermos.
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